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Recordando a: Rick Mears.

¡Hola amigos! hoy vamos a regresar al automovilismo norteamericano para platicar de uno de los mas grandes ídolos que ha existido por aquellos lares, si, "el piloto que nació para manejar óvalos" uno de los tres grandes que han ganado en cuatro ocasiones las famosas 500 millas de Indianápolis.

Foto: IndyCar Media
Los inicios de Rick Mears en el automovilismo son un poco extraños, ya que no siguió  la línea tradicional de la escalera para llegar a Indy, él lo hizo de una manera diferente, corriendo en los autos Off Road en carreras de larga distancia en desierto y de igual manera en "short course" o carreras en circuitos cortos, pero de tierra y saltos donde aprendió los secretos del control de los autos.

Para 1976 hace su debut en los autos tipo Formula en la serie USAC por solamente tres carreras, suficientes para demostrar una gran madures, velocidad y talento siendo solo un novato, terminando sus tres primaras carreras dentro del "Top Ten" ,wow.

Al año siguiente no tuvo mucha fortuna debido a la falta de un buen auto, debido a lo escaso de su presupuesto, inclusive cambio de equipo pero no llegaban los resultados esperados, incluso, sufrió la gran decepción de no poder calificarse para las 500 de Indy.

Algo vio en él el ojo experto del querido "capitán" Roger Penske, quien le brinda la oportunidad en 1978 de conducir para él con lo que esto significaba, adiós problemas de presupuesto, el mejor equipo, desarrollo en el auto, poder mostrar su talento y... la posibilidad de ganar, cosa que rápidamente logro.

La primer muestra de su excepcional talento para manejar en óvalos lo demuestra en el lugar adecuado, el súper óvalo de las 500 millas de Indianápolis, al calificar en  su primera presentación en el mítico óvalo de Indiana ¡en la primera fila! en un estupendo tercer lugar (en Indianápolis arrancan 33 autos en once filas formados de tres en tres) y aunque abandonó la carrera por problemas mecánicos demostró un gran dominio en este tipo de trazados y unas semanas mas tarde, logra su primera victoria en el serial ¿donde? adivinaron, en un ovalo, en otra pista tradicional como es el óvalo de la milla de Milwaukee, coronando su gran campaña con otros dos triunfos en la temporada.
En 1979 hay cambios en la serie y ahora cambia de nombre a CART, donde le cae muy bien el cambio de nombre teniendo el mejor año de su carrera, ya que logra su primer triunfo en las 500 millas de Indianápolis y el primer campeonato del naciente serial.

En 1982 y 1983 Rick esta en su mejor momento ganando carreras, siendo visitante constante al podio y a la recolección de puntos ganando el campeonato por dos años consecutivos.

Rick había logrado lo impensable en muy poco tiempo, con solo 31 años  el impetuoso piloto ya tenia en su currículum tres campeonatos y un triunfo en las 500 millas de Indy, pero él necesitaba mas, ya sea campeonatos, o porque no, más victorias en Indy 500.

Y así lo hizo, con sus grandes dotes para la conducción en óvalos y teniendo a sus espaldas el respaldo técnico del mejor equipo del serial, Rick triunfa en la carrera mas famosa del mundo en tres ocasiones mas en los años 1984, 1988 y 1991 entrando a un  selecto grupo, un grupo de élite donde en la actualidad solo hay tres pilotos que ostentan cuatro triunfos en las 500 millas de Indianápolis uniéndose a los inmortales A. J. Foyt y Al Unser Sr.

El tiempo transcurre rápidamente y el gran maestro ya tiene sobre sus espaldas 17 temporadas, quince de ellas con el poderoso equipo Penske, afortunadamente, solo un accidente grave que contar y que lo aleja de las pistas a finales de 1984, entonces, el tiempo de decir adiós ha llegado.

A mediados de la temporada 1992 el gran Rick Mears, el gran maestro para manejar en óvalos, triple campeón del serial CART, decide retirarse del automovilismo con un impresionante palmares de triunfos, campeonatos y lo mas importante, ser el tercer hombre de todos los tiempos en poseer ¡cuatro trofeos! Borg Warner en sus vitrinas.
Sin duda, uno de los pilotos más grandes de todos los tiempos en Norteamérica. El gran Rick Mears.

¡HASTA LA PRÓXIMA!