André Villas-Boas, campeón de Europa como entrenador del FC Porto en 2011 y luego campeón de Rusia con sus jugadores del Zenit San Petersburgo en 2015, se plantea un nuevo desafío. El portugués se colocará al volante de un Toyota Hilux para la salida en Lima, con su compatriota Rubén Faria como copiloto.
Son varias sus pasiones. André Villas-Boas, reconocido como uno de los entrenadores con mejores resultados del fútbol, también fue contagiado con la pasión por las motos hace muchos años. De adolescente, se veía al joven de Oporto tanto en los estadios como por caminos de barro y participaba regularmente en el campeonato portugués todoterreno. Su éxito precoz como entrenador alejó rápidamente a André del mundo del deporte del motor, para gran deleite de los hinchas del FC Porto, equipo con el que lograría la victoria en la Europa League en 2011. Sin embargo, el deseo de disputar el Dakar, como hiciera ya su tío Pedro Villas-Boas en 1982, siempre estuvo presente en este gran viajero, que ha vivido en Londres (entrenador del Chelsea FC), luego en San Petersburgo (Zenit) y actualmente en Shangai (SIPG). Contempló la posibilidad de celebrar sus 40 años participando en la 40ª edición con una moto, pero al final se impuso la razón y optó por otro proyecto: “Hablé con mi amigo Alex Doringer, director de KTM, y me comentó que necesitaría una preparación completa durante un año si quería conseguirlo y que era mejor que me orientara más bien al coche. Así que me puse en contacto con el Team Overdrive, ¡y voy a estar en la salida!”.
Villas-Boas, equipado con uno de los mejores vehículos, el pick-up Hilux que lograba imponerse en el Mundial con Nasser Al Attiyah al volante, también se ha agenciado los servicios de un cómplice de primera, puesto que contará con su amigo Rubén Faria como copiloto. El portugués, segundo en el Dakar 2013 en motos, se retiraba de la carrera para sumarse a la dirección del equipo Husqvarna en 2017, sin dejar de lado totalmente su faceta de piloto, puesto que desde el campeonato portugués todoterreno destaca al volante de un SxS (Side by Side). Sin embargo, le entusiasma retomar la competición desempeñando una función totalmente nueva: “Cuando André me llamó para proponerme que partiera con él, me lo tuve que pensar… ¡cinco segundos! Es un reto fantástico y creo que podemos hacer un buen Dakar, es decir, llegar al campamento todos los días y ¡no demasiado tarde!”. Todo está listo para que André Villas-Boas se estrene por todo lo alto en el Dakar. Nos vemos en Lima… y esperamos ¡también en Córdoba!
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