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Liesette Braams: "No me doy por vencida"


La piloto holandesa Liesette Braams se encuentra en la carrera más importante de su vida: ganarle al cáncer. Desde que fue diagnosticada con cáncer en 2015, ha dedicado todo su tiempo a pelear contra la enfermedad, dejando a un lado una de sus grandes pasiones. 

A mediados del 2016 regresó a las pistas para correr la Silverstone 500 de la 24H Series, junto a Frans Verschuur. Pese a no estar al cien por ciento, la holandesa hizo un gran esfuerzo. Desafortunadamente, no pudieron terminar por un daño en su vehículo ocasionado por una parte de un auto que había en la pista tras un incidente.

Han sido un par de años llenos de subidas y bajadas, pero ella no baja los brazos y sigue en la carrera por la vida. "Aún continúo con mi recuperación. Es la batalla más complicada que he conocido pero no hay espacio para fallar. Voy al gimnasio tanto como puedo pero es complicado recuperar energía, lo que realmente necesito", nos contó.

Su familia ha sido una gran motivación para ella en esta ardua batalla, afirma que "quería mostrarle a mi esposo e hijos que no me doy por vencida." Pero no sólo su familia de sangre ha sido su gran motivación y apoyo. Su equipo, Las Moras Racing Team y todos en la 24H Series le han mostrado su apoyo y cariño. "Me han mandado desde postales, mensajes, flores, muñecas, entre otras cosas. Es impresionante y me da un gran impulso."

Otro de sus grandes impulsos es estar en las pistas, y como dice "no me siento enferma cuando estoy en el auto". Es por ello que, a pesar de no encontrarse totalmente recuperada todavía, asiste a las carreras cuando puede, para apoyar a su equipo. Cuando se encuentre totalmente recuperada espera volver a la pista. Como lo hubiera sido este fin de semana en la fecha inaugural de la temporada, la 24H de Dubai. Sería su primera carrera desde 2016. Liesette se encontraba preparada para participar, ya había dado unas vueltas de práctica, pero estaba resfriada, y no se sentía bien. Por lo que decidió no correr y recuperarse. 

Liesette ha aprendido dos grandes lecciones de esta experiencia: "Los amigos vienen de cualquier lugar e inesperadamente. También he aprendido a respetar la vida y a todo ser vivo", nos platica.

Finalmente, nos deja un mensaje: "Si tú y tu cuerpo pueden, nunca se rindan. Cuando te rindes, pierdes la carrera más importante: tu vida".