La única española del Dakar en coches ha enlazado tres etapas sin apenas dormir, a base de agua y plátanos.
El miércoles completó la undécima jornada de noche y esta mañana ha iniciado los 800 kilómetros de los que consta la etapa de hoy.
La burgalesa continúa adelante con su Mitsubishi Montero de DKR Raid Service, copilotado por Gabi Moiset.
Épico. Increíble. Sobrehumano. Se acaban los adjetivos para resumir el Dakar 2018 que está protagonizando Cristina Gutiérrez. La burgalesa ha encadenado este jueves su tercera jornada sin apenas descansar. Ayer, completó casi toda la etapa 11 de noche y esta mañana, recién llegada al campamento de Chilecito, ha vuelto a reemprender la marcha al volante de su Mitsubishi Montero.
Cristina Gutiérrez está viviendo una verdadera odisea. El miércoles en la etapa 10 peligró su continuidad por un problema con una válvula del turbo causado por el exceso de temperatura, al forzar por los pasos de ríos de arena. Al no poder reparar en plena especial, fue remolcada por el camión de asistencia durante unos 400 kilómetros por pistas y dunas muy complicadas, lo que obligó a la burgalesa a mantenerse en tensión durante muchas horas.
Pero a base de voluntad y un encomiable tesón, la piloto de Burgos llegó hasta la meta tras 19 horas de carrera y clasificada en 50ª posición. En el campamento, los mecánicos de ARC-Miracar, dentro de la estructura de DKR Raid Service, trabajaron a toda prisa para solucionar la avería, aunque le resultó materialmente imposible por la falta de tiempo. De ahí que el equipo decidiera iniciar ayer la etapa 11, entre Belén y Chilecito, nuevamente remolcados para, unos kilómetros más adelante, parar y, gracias a los conocimientos de su copiloto Gabi Moiset, terminar de reparar el coche.
Esta alternativa permitió a Cristina Gutiérrez seguir en carrera, si bien cuando finalmente pudo reanudar la marcha era casi de noche. Eso la obligó a pasar las temidas dunas de Fiambalá en plena oscuridad, guiada por Moiset. Juntos y después de múltiples peripecias, han logrado llegar a la meta de Chilecito alrededor de las 6 de la mañana (las 10 en España) de este jueves. La burgalesa, que se alimentó a base de plátanos y mucha agua, estaba agotada pero muy satisfecha y orgullosa.
Su extraordinaria hazaña no ha finalizado todavía, ya que tras media hora escasa de descanso en la que los mecánicos han aprovechado para repasar el 4x4, hoy ha sido autorizada para iniciar la etapa 12, con cinco horas de retraso sobre su horario previsto.
La incombustible Cristina Gutiérrez no ha dudado ni un momento en volver a ponerse al volante de su Mitsubishi Montero para afrontar otros 800 kilómetros, que incluyen una especial de 523 km, la más larga del Dakar 2018 y una de las más extremas, ya que se superarán los 40ºC. Sin duda, la única española del Dakar 2018 en coches está dispuesta a hacer historia. ¡Felicidades!
-Mediagé Comunicación-