La temporada de la NASCAR Truck Series culminó sus actividades en el trazado de 1.5 millas de Homestead, donde Jennifer tuvo algunos problemas en pista pero logró ver la bandera a cuadros en el sitio 28. En general fue un año duro para este pequeño equipo pero pudieron conseguir logros importantes.
El cierre de año para ella y el Jennifer Jo Cobb Racing no ha sido el mejor, pero sustancialmente mejor que el de hace un año cuando sus dos camionetas ni siquiera pudieron largar la carrera por problemas mecánicos. En Homestead se presentaron con la #0 como en algunas fechas selectas en el año con Ray Ciccarelli a bordo, el cual cerró 25to la carrera.
En cambio para Jennifer la cosa no fue tan bien, ya que perdió algunas vueltas por inconvenientes mecánicos, pero le permitieron continuar la marcha para llegar al final de la prueba clasificada 28va, terminando la última fecha del año por primera vez desde 2015. Pese a un duro transcurso de año, su equipo dio un paso adelante respecto a los dos últimos años, pudiendo terminar las carreras y logrando dos grandes resultados consecutivos, al ser 12da en Las Vegas y 11ra en Talladega, donde ella llegó a liderar vueltas y estuvo cerca de lograr un ansiado top 10 que se le niega desde 2011 cuando fue 6ta en Daytona.
Finalmente la #10 quedó clasificada en P20 de la posición general del campeonato de pilotos con 271 puntos, y en P25 en el de propietarios.
Para ella no solo ha sido un año difícil en lo deportivo, sino que también tuvo que lidiar con la enfermedad de su madre la cual la perdió cuando se estaba terminando la temporada, y bautizó a su camioneta de super-speedway Connie, en su honor.
Para el 2019 su plan es continuar a tiempo completo en la categoría, para lo cual todavía tiene que conseguir algunos sponsors pero pronto comenzarán con los preparativos para estar en Daytona en febrero.
