Lewis Hamilton está en otra categoría y su suerte también. Volvió a ganar una carrera y está a cuatro de iguala a Michael Schumacher pero esta victoria no será una más. Ya que como el mismo lo dijo, terminó con el corazón en la boca.
La carrera fue una carrera bastante plana ya que en la punta no se disputó el dominio de las flechas de plata, un par de Safety cars generados por Magnussen y Daniil Kvyat generaron un poco de emoción cursando la primera mitad de la carrera. Cuando todos nos preparábamos para ver otro uno-dos de Mercedes Valtteri Bottas pinchó un neumático delantero y llegó en tres ruedas a boxes intentando salvar un abandono. El finlandes retornó a pista pero no logró entrar en los puntos.
Luego del pinchazo de Valtteri, Red Bull decide llamar a boxes a Verstappen que marchaba en segunda posición para buscar la vuelta rápida. Esta decisión sería la peor de los toros rojos ya que en la última vuelta Lewis Hamilton sufrió un pinchazo. El británico logró mantener sus nervios bajo control y el auto en la pista llegado de manera agónica a la bandera a cuadros. Una victoria que quedará sin dudas en la memoria de todos.
La próxima carrera será nuevamente en Silverstone dentro de siete días.
Fuente F1.com
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