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Debut complicado de Laia Sanz en el mundial de RX.


La piloto de KH-7 se ha visto condicionada por una temprana rotura de motor en el RXLite que ha pilotado en el BarcelonaRX.

Para la 16 veces campeona de motos era su primera participación en un mundial de automovilismo como el Rallycross.

“No poder entrenar y salir directamente a las clasificatorias ha sido muy difícil”.

“El público ha estado fantástico y me ha dado mucho cariño, algo que se agradece”.

Laia Sanz ha cubierto su primera participación mundialista en una prueba automovilística este fin de semana con motivo del BarcelonaRX, celebrado en el Circuit de Barcelona-Catalunya. La piloto de KH-7 ha llegado hasta las semifinales de la categoría RXLite tras disputar sólo tres de las cuatro mangas clasificatorias preliminares y sin haber podido entrenar. Al final ha terminado en decimosegunda posición.

El coraje de la 16 veces campeona del mundo de motos no tiene límites. Pocos se hubieran atrevido a debutar en una competición como el Mundial de Rallycross sin experiencia alguna, pero Laia tiene un imán para los retos, sean sobre dos o cuatro ruedas.

El fin de semana empezó con un contratiempo inesperado para la piloto dakariana. El RXLite que le habían asignado (todos los coches de esta categoría son técnicamente iguales, con tracción a las cuatro ruedas y 310 CV) no duró ni una vuelta. El motor se rompió cuando la barcelonesa no había hecho ni tres curvas en su primera tanda de entrenamientos libres del sábado. Lo que siguió a continuación fue una sucesión de consecuencias: los mecánicos tuvieron que cambiar el propulsor, por lo que Laia se quedó sin posibilidad de rodar en los libres e, incluso, se perdió el primer Heat (manga clasificatoria) y eso le impidió adquirir un mínimo rodaje.

Sin casi haber tocado el coche ni rodado en el trazado mixto del BarcelonaRX, Laia Sanz salió directamente al Heat 2. Intentó hacer lo posible por competir (su naturaleza es competitiva), pero sin conocer las reacciones del coche ni el cambio de grip del asfalto a la tierra, no pudo hacer mucho. Para más inri, a la pluricampeona se le paró el coche después del último salto antes de cruzar la meta, por un fallo eléctrico que también arrastraría en el Heat 3.

Este domingo, en el Heat 4 tampoco se sintió cómoda con el coche, con una suspensión trasera muy nerviosa, pero aguantó el tipo y decidió seguir adelante y enfrentarse en las semifinales a cinco contrincantes. Laia demostró una buena progresión y por primera vez en todo el fin de semana pudo completar la manga sin ningún percance.
"Ha sido una experiencia fantástica. Nunca había disputado una carrera de este tipo pero he descubierto que el rallycross es muy divertido. Desafortunadamente, no ha ido todo lo bien que hubiera deseado, ya que los problemas mecánicos me han impedido rodar suficientemente. Ya iba falta de experiencia, pero esto lo ha complicado más. Salir directamente a las clasificatorias sin referencias es muy difícil. De todos modos, me quedo con el aprendizaje y con la experiencia. Me encanta todo lo que lleve gasolina y tener la oportunidad de aprender y participar en una prueba mundialista es increíble. El público ha estado fantástico y me ha dado mucho cariño durante los dos días, algo que agradezco mucho", señala.

Lo que sigue:
Ahora, Laia Sanz vuelve a la normalidad y a su preparación con su KTM porque dentro de muy pronto, el 2 y 3 de octubre, disputará la última cita del mundial de enduro en Francia, antes de seguir con su preparación para el Dakar.

Fuente: Mediagé Comunicación