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Jennifer Jo Cobb: Persiguiendo los sueños de la infancia.


Dicen que los sueños de la infancia demuestran la pasión que las personas tienen en verdad, para Jennifer Jo Cobb fue a los tres años cuando descubrió la pasión que la acompañaría a lo largo de su vida. Lo que inició en Kansas City mientras ayudaba a su padre con los autos de carrera, se convirtió a lo largo de los años en su profesión. Jennifer Jo Cobb estuvo en entrevista exclusiva con Chicas Racing y nos contó un poco sobre el inicio de su carrera.

“Inicié corriendo en la pista local de Kansas city, llamada Lakeside Speedway en 1991. En esa época era una pista ovalada de ½ milla. Cuando me adentré en la NASCAR comencé desde abajo y busqué subir poco a poco en las divisiones durante 10 años.”

La carrera de Cobb no fue en un abrir y cerrar de ojos, pero como todo en la vida, hay momentos que definieron su carrera. En 2001 abrió en el Kansas Speedway donde tuvo la oportunidad de correr ahí en 2002 y prepararse para lo que estaba por venir.

“Siempre quise correr en las grandes ligas de la NASCAR y lo perseguí durante 7 años de participación en algunas carreras nacionales de la temporada hasta que finalmente en 2010 logré estar de tiempo completo y desde entonces en los altos niveles de esta categoría.



Los modelos a seguir reforzaron el sueño de Jennifer, en especial su padre que estuvo ahí desde los inicios. Adicionalmente Shirley Muldowney de la película Heart Like a Wheel y piloto de la NHRA Drag Racing Series, también constituyó un personaje de gran admiración para Cobb.

“No han habido muchos ejemplos de mujeres con una carrera larga y exitosa en el mundo del automovilismo, por lo que la gente que admiro y quiero imitar son aquellas que han sido exitosas en el mundo de los negocios, quienes han superado adversidades como Oprah, Ellen Degeneres y la admirable Eleanor Roosevelt.”

El mundo automovilístico y el deporte motor es muy caro, haciendo del dinero una de las dificultades más grandes para los pilotos, en especial cuando no se tiene un presupuesto específico para las competencias. Jennifer lo ha vivido, pero está convencida que el esfuerzo para correr en los altos niveles de la NASCAR ha valido la pena y le han permitido aprender mucho del negocio mientras vive su pasión. Cuando le preguntamos sobre la dificultad de adentrarse en un mundo principalmente de hombres Jenn comentó que no ha sido complicado adaptarse a él.

“La mayoría del tiempo creo que me tratan igual mis competidores. Creo que la manera en la que manejas hace que te ganes el respeto más que otra cosa. Cuando mi camioneta o coche es competitivo, mis oponentes pueden estar seguros de que voy a correr a la par y cuando no es así, saben que no podré hacerlo por los problemas que conlleva. Este es el respeto que se gana vuelta a vuelta y Carrera a Carrera.”

Para Jennifer no hay diferencia entre correr contra hombres o contra mujeres, en la pista no importa el género pues todos son competidores y eso es lo único que importa. Jenn También nos habló sobre sus pistas favoritas y en las que siente que es más competitiva, como Daytona y Talladega además del cariño especial que siente por Kansas Speedway que es la pista de su hogar.

“La Vegas también me gusta mucho, la pista me gusta y hay un spa en el área del garage, haciendo que el día sea perfecto. Daytona me encanta, ahí obtuve un sexto lugar que es mi mejor resultado.”

Sobre la elección de colores en su camioneta, Jenniffer prefiere llamar la atención con colores diferentes, al momento le gustan los colores negro, rosa y camufaje. Cobb nos comentó también que el tiempo de vacaciones no significa dejar de pensar en la temporada, ya que ella continúa pensando en patrocinios y nuevas ideas que sirvan para incrementar el presupuesto del equipo.

Pero no porque el trabajo sea mucho significa que no hay diversion en los fines de semana de carrera, cada lugar es diferente y las sorpresas están a la vuelta de la esquina.

“Las cosas más graciosas siempre pasan con los fans. Me han pedido que firme toda clase de partes del cuerpo. Otra cosa chistosa que pasa, es cuando masco goma de mascar antes de subir a la camioneta, la tiro antes de entrar, entonces la pego en el tablero. Uno de los miembros del equipo me hizo una cajita personalizada para que dejaran de encontrar mis chicles regados por el taller”.

Cuando le preguntamos sobre sus planes a futuro y la intención de adentrarse en alguna otra categoría como la Fórmula 1 o la Nascar Sprint Cup Series, Jenniffer comentó que idealmente continuaría en la Nascar porque creció en los Estados Unidos Americanos y es lo que más conoce.

“Sí me gustaría correr algunas carreras de la Nascar Sprint Cup Series cada año pero creo que actualmente con nuestras posibilidades, manejar un equipo de camionetas es lo mejor para nosotros aunque siempre estoy buscado oportundades para correr en un mayor nivel”.

El sueño continua para Jenniffer y en un futuro cercano se ve aún siendo dueña de su equipo y ganando carreras mientras apoya y aconseja a nuevos pilotos. Disfruta hablar en público y probablemente escribirá un libro. Jennifer Cobb ha demostrado a lo largo de los años, que es una chica perseverante y que no se rinde ante la adversidad. Una mujer admirable que no se deja intimidar en el mundo del automovilismo y que sin duda se ha consolidado como un modelo a seguir en el sector y que seguirá dando mucho de que hablar.